Grupos de Recuperación
Escribir sobre adicciones era impensable hace unos años y sin embargo bien entrado el siglo XXI me encuentro haciéndolo y con mucho orgullo.
Porque , como en otros temas, hemos avanzado mucho en la comprensión y sobre todo en el conocimiento de lo que es verdaderamente una adicción, un adicto, un coadicto, el infierno y la enfermedad.
Ese pudor social que yo misma he conocido de hablar de drogas, alcoholismo o cualquier otra cosa que sonara a persona viciosa, vaga, sin escrúpulos, sin voluntad, y de vida perdida y todos esos tópicos de los que nos hemos nutrido en nuestro juicio de las personas, sin más, ha dado paso a que todos quién más quién menos tenemos en nuestro circulo familiar o de amistad una persona adicta de la que se podría decir muchas cosas menos que es mala, viciosa, vaga o falta de voluntad.
Y es que sin duda hemos mejorado en muchos aspectos, la humanidad evoluciona, en muchas cosas no sabemos si para mejor o peor, pero en otras definitivamente a mejor como es el caso del que hoy escribo de las adicciones.
Mi conocimiento de ellas me “sobreviene” hace unos años, yo tenia por entonces 17 años y una amiga “drogadicta” con una vida absolutamente trágica para ella y su familia, pero puedo decir que yo esa adicción la vivía conscientemente de lejos, por miedo, por cobardía, porque no podía soportar ver a Sonia en las condiciones que le dejaba la heroína, la mentira compulsiva con que envolvía su vida y el sufrimiento sin medida con el que sus padres “sobrevivían”
El horror de ver cómo una chica guapa, inteligente, con todo en la vida destrozaba su propia vida y la de su familia me resultaba sencillamente intolerable a mi razón y a mi corazón , y mi reacción huir, huir del dolor, huir del compromiso con mi amistad , huir y no pensar en algo que me superaba.
Pero mira por dónde la vida tiene sus sorpresas y unos años después me tocó de lleno en un familiar. Y de esta experiencia es de dónde yo he aprendido realmente todo lo que sé sobre adicciones, sin tópicos, crudamente, desde dentro y digo y repito mil veces, esta experiencia me ha hecho mejor persona, mucho mejor persona, he madurado, he oído y me he admirado del testimonio de muchos que en ocasiones me dejaban absolutamente “noqueada”
Descubrir además que uno es Coadicto, y que tiene que curarse igual que el adicto, es algo liberador, liberador el conocimiento propio y la humildad. Salir del autoengaño y encontrar Vida sin la adicción que te esclaviza
Adicción a sustancias y también a actitudes y a sentimientos. De esto tenemos oportunidad de profundizar a través de este blog al que te invito a participar.
Envíanos tu experiencia al e-mail de contacto info@gradicciones.com y juntos haremos luz en la oscuridad al que las adicciones nos someten.