• La experiencia nos demuestra que la terapia individual, por sí sola, fracasa estrepitosamente en el tratamiento de la adicción. Se debe utilizar puntualmente como terapia de refuerzo, pero no antes del primer año de abstinencia.
  • La base del tratamiento de la adicción es la TERAPIA DE GRUPO.
  • Para que un adicto se recupere, es necesario mantener la abstinencia total y de por vida de cualquier tipo de sustancia tóxica.
  • Esto se complica mucho si previamente no se ha hecho la fase de desintoxicación en un centro especializado.
  • Una vez desintoxicado, el paciente debe asistir a TERAPIA GRUPAL para lograr una abstinencia estable.
  • La asistencia a terapia debe ser diaria al principio, disminuyendo la frecuencia de estas a medida que se avanza en tiempo de abstinencia.

En la TERAPIA DE GRUPO

El adicto se ve a sí mismo en el espejo de los demás. Se da cuenta y reconoce determinadas actitudes, hábitos, conductas y emociones que tiene cuando sus compañeros las describen, y que de otro modo, no les habría sido posible identificar. Es decir, ven en los demás aquello que en sí mismos son incapaces de ver.

El adicto va estableciendo puentes emocionales con el resto de los miembros, y poco a poco va logrando un apego emocional con el GRUPO TERAPÉUTICO, de tal modo que el GRUPO se convierte en un ente en sí mismo, mucho más efectivo con el adicto que la suma de sus miembros como individuos.

El GRUPO es un lugar en donde nadie les juzga y en el que sus miembros aprenden a dejar de culparse por estar enfermos.

La experiencia vicaria es lo que les ayuda. El adicto siente, por primera vez en su vida, que forma parte de «algo», que «encaja» en un lugar, cuando se siente integrado en un GRUPO DE TERAPIA con otros adictos, que han vivido y sienten lo mismo que él.

Del mismo modo, se produce el «efecto boomerang». Cuando un adicto se dirige a otro MIEMBRO DEL GRUPO para apuntarle algo que cree que le puede ayudar, se da cuenta que lo que le dice a su compañero muchas veces también es aplicable para sí. Es decir, ayudando a otros se ayudan también a si mismos. Es lo que conocemos como Retroalimentación.

La TERAPIA EN GRUPO ayuda a los pacientes a enfrentar su dependencia de las drogas de forma objetiva, a aceptar sus consecuencias nocivas y a reforzar su motivación para no consumir drogas. Del mismo modo, los pacientes aprenden formas eficaces para resolver sus problemas emocionales e interpersonales sin tener que recurrir al consumo de drogas.

La TERAPIA GRUPAL también les conduce a un aprendizaje experiencial y a un intercambio de información que conlleva la idea de que la abstinencia tiene siempre la primacía, potenciando que el paciente asuma su identidad como adicto.

Debe haber cohesión en el GRUPO DE TERAPIA. Para ello es imprescindible que el paciente firme un CONTRATO TERAPÉUTICO y unas NORMAS DE TERAPIA que todos sus miembros deben comprometerse a cumplir.

JavierGrupos